La profesionalidad o la rapidez son factores fundamentales a la hora de que el conductor elija un taller en detrimento de otro. Pero, cada vez más, se tiene en cuenta también la imagen. No solo referido a cómo devuelve el taller el vehículo, pues muchos centros lo entregan perfectamente limpio, sino también la propia imagen del taller. Es ahí cuando entra en juego la limpieza y el orden.
Hay muchos factores que dificultan que el taller pueda estar (o dar la sensación de estar) sucio y/o desordenado. Ejemplos de ello son la suciedad que el vehículo va acumulando a su paso por la carretera que se queda en los bajos y en los neumáticos, el polvo que provocan los frenos, los gases que ensucian techo, paredes y luminarias haciendo el taller más oscuro o la mecánica que tiene grasas, lubricantes, combustibles y diferentes líquidos que ensucian el suelo.
A ello se suma la maquinaria del taller o las herramientas, así como las piezas viejas, envases de líquidos a medio uso, embalajes de recambio nuevo, etc. Todo ello repercute en una apariencia de desorden y de un lugar de trabajo descuidado para ojos de alguien que lleva su coche al taller y es ajeno al sector.
Consejos para un taller limpio y ordenado
No basta con que la sala de espera, si la hay, esté limpia, sino que es necesario que también lo esté el lugar donde vaya a estar el coche. Por ello, conviene seguir algunos consejos…
- Preferible una pared limpia y vacía, que con carteles viejos. A ser posible, que la pared y el techo estén limpios, para lo que hay que pintarlos, siempre de blanco, con frecuencia.
- Que el taller no parezca una cueva. Si no entra luz solar, al menos que la iluminación sea LED.
- Evitar derrames de líquidos en el suelo y, si se producen, limpiar inmediatamente. Así, no solo se gana limpieza, sino también que el líquido pueda dañar la superficie.
- Imprescindible carro de herramientas cerca y que esté ordenado. Se gana eficiencia y productividad. Y recomendable un segundo carro de apoyo para las piezas viejas, recambios o para tener los envases de líquidos.
- También imprescindibles los protectores para el interior en volante, palancas de cambios, asientos y alfombrillas. Igualmente, usar cubrealetas, que además de proteger el vehículo, crea una buena percepción del cliente.
- Tras terminar con un vehículo, antes de pasar al siguiente, con ayuda del carro auxiliar, es recomendable guardar las piezas viejas, tirar los embalajes de los recambios nuevos, volver a dejar los útiles y herramienta en su sitio y barrer.
- Dedicar 15 minutos, al final del día o al principio, para limpiar el suelo y los bancos de trabajo. Hacerlo solo el viernes a última hora no basta.
- Atención a la ropa de trabajo. Cambiarse de mono o de camiseta cuantas veces sea necesario durante el día para atender al cliente con buen aspecto.
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