La crisis llevó al taller de reparación de vehículos dos realidades: un envejecimiento paulatino del parque de vehículos y un descenso en las visitas. Sin embargo, con la recuperación económica ambas variables han mejorado.
Por un lado, se ha producido un aumento de las matriculaciones desde 2014 y, por otro, la facturación de los talleres de reparación también ha crecido tanto porque los clientes han ido regresando a sus instalaciones como, según constata el INE, por el aumento de los precios de la mano de obra registrado en los últimos años.
Todas estas variables han contribuido a que el sector de la reparación de vehículos lleve instalado en la recuperación tres ejercicios consecutivos y que la desaparición de talleres se haya reducido de forma notable. Sin embargo, aún hay una asignatura pendiente, tal y como ponía de manifiesto la federación de asociaciones de talleres Conepa al publicar los datos del sector en 2017: la rentabilidad.
Así, Conepa reflejaba un aumento de la facturación el pasado ejercicio del 2,7%, cifra algo menor que las subidas registradas en 2015 (3,7%) y 2016 (3%). Mientras, en cuanto a número de operaciones realizadas, según Conepa, los talleres españoles registraron un incremento del 4,3% en las entradas de vehículos a sus instalaciones. Unas tendencias que se mantienen en el primer semestre de 2018.
¿Cómo mejorar la rentabilidad en el taller de reparación?
En este contexto, pocos talleres de reparación no se habrán hecho aún esta pregunta: “¿Y cómo mejoro mi rentabilidad?” Para responderla, lo primero que debemos hacer es estudiar nuestra empresa y nuestro entorno para entender dónde estamos, dónde podemos llegar y qué podemos hacer para conseguirlo.
Una vez efectuado este análisis, conviene tener en cuenta algunas claves que nos ayudarán a ser más rentables. Es posible que, especialmente a lo largo de los últimos años, te hayas visto ‘obligado’ a poner alguna de ellas (si no todas) en marcha y no por conocidas no dejan de ser válidas para implementarlas con el objetivo de ser más rentables.
Lo primero de todo para ser rentables es establecer un presupuesto anual que nos obligue a analizar nuestros gastos y nuestros ingresos para establecer una política de precios realista con nuestro entorno.
En este sentido, la segunda clave estará en definir nuestro mercado potencial, a partir del parque de vehículos de tu área de influencia, clientes actuales (y potenciales), nuestra tasa de retención, la calidad del servicio que prestamos…
Asimismo, debemos revisar tanto nuestra oferta de valor, la estrategia comercial, así como la propia estructura del taller para adecuarlos a la demanda actual olvidando las estructuras del pasado, con un enfoque principal: satisfacer las necesidades del cliente.
Unido a esto debemos elegir a las personas más adecuadas para cada puesto haciendo las redefiniciones organizativas necesarias y evaluando a las personas de la organización.
Optimizar productividad y costes
Las dos claves anteriores nos llevarán inexorablemente a la siguiente: optimiza la productividad y los costes (saturación del taller, productividad de los operarios, costes directos e indirectos…).
Y es que un taller bien organizado y con los mejores profesionales deberá ser más eficiente y, por tanto, más productivo. Siendo más eficientes podremos, por ejemplo, contener los costes y siendo más productivos podremos sacar adelante más trabajo y, por tanto, más rendimiento a cada operación en el taller.
Por otra parte, no perder de vista al cliente, tanto particular como profesional, flotas. Así, conseguir más prescriptores, a través de clientes, compañías y corredurías de seguros, otros talleres complementarios… aumentará nuestra carga de trabajo, que podrá aumentar al ser más productivos.
Todo esto nos lleva a la siguiente clave: piensa diferente. Si haces lo mismo que antes conseguirás los mismos resultados. Por ello, piensa y pon en marcha nuevas maneras de atraer a tu público objetivo para obtener resultados diferentes.
Medir en el taller
Y para que todo esto tenga sentido. Para ver realmente los avances y, en su caso, las desviaciones para poder acometer las medidas correctoras necesarias para solventarlas es clave medir el desempeño de todas las áreas del taller. Así, es bueno que contrastes y compartas los números diariamente con el o los distintos responsables de la marcha del plan. Esto aumentará su implicación y ayudará en la gestión del cambio.
Y si no consigues los resultados, implementa el último de los puntos clave para ser más rentable: piensa en maneras distintas para mejorar. No te quedes parado. El sector vive un momento de cambio y de oportunidades, pero hay que tomar decisiones para poder capturarlas.
Y para poder medir es fundamental disponer de las herramientas adecuadas para dar un servicio cada vez más profesional y enfocado a la satisfacción del cliente y a la rentabilidad de los negocios, además de contar con los mejores partners que faciliten todo el apoyo necesario para su utilización óptima y maximización de sus recursos, son dos aspectos fundamentales para una gestión rentable del taller.