La necesidad de aumentar el flujo de trabajo diario en el taller para mantenerse competitivo y rentable en el mercado, en ocasiones, lleva a numerosos talleres a firmar acuerdos con empresas y flotas de vehículos. Se trata de una tendencia que cada vez es y será más importante para el sector del mantenimiento y reparación.
De hecho, en España hay actualmente más de dos millones de vehículos de empresa, cuyas particularidades y modo de uso hacen que su paso por el taller sea mucho más frecuente que un vehículo de particular. No en vano, como ya contamos en un post anterior, el vehículo de empresa es un nicho de mercado interesante para el taller multimarca
Vehículos de empresa: alto kilometraje, más mantenimiento
El fabricante señala que la principal característica de estos vehículos es que recorren muchos kilómetros a lo largo del año. Una intensidad de uso que obliga a que los mantenimientos y revisiones se tengan que hacer con más frecuencia de lo habitual, ya que tener el vehículo parado por una avería es muy perjudicial para la empresa, especialmente si necesita que esté constantemente en circulación.
Por este motivo, en lugar de realizar una revisión anual como al menos se recomienda en el caso de coches particulares, en los coches de empresa se necesita mucha más periodicidad en función del componente.
Por ejemplo, en el caso de los neumáticos de vehículos de empresa, deben revisarse cada 15 días, comprobando su buen estado, que no tengan abultamientos, cortes, desgastes irregulares o grietas. También deben tener la presión correcta y una correcta profundidad del dibujo.
Mientras, en el caso de los niveles de líquidos como aceite, líquido refrigerante y líquido limpiaparabrisas deben revisarse semanalmente y cada 15 días comprobar el buen estado y funcionamiento de los frenos, haciendo hincapié en las pastillas y discos de freno.
Con una periodicidad mensual debería revisarse que los amortiguadores estén en buen estado, mientras que el cambio de aceite, filtros de aceite, de habitáculo, de aire y de combustible debe efectuarse, al igual que en los vehículos particulares, cuando marque el fabricante.
Tener el vehículo parado por una avería es muy perjudicial para la empresa, especialmente si necesita que esté constantemente en circulación.
Asimismo, es recomendable revisar la batería cada 15 días, especialmente, en verano e invierno, mientras que, en el caso de la carrocería, basta con una revisión general mensual, siempre y cuando no haya nuevos golpes, ya que pueden ocasionar un daño mayor en el automóvil de lo que se observa a primera vista.
El fabricante también recomienda revisar cada semana el alumbrado y la señalización, mientras que parabrisas y escobillas deben revisarse cada mes, comprobando que el primero no presenta daños y que las segundas hacen un correcto barrido y limpieza para una buena visibilidad.
En definitiva, recordar la importancia de revisar los automóviles para evitar tenerlos parados más de lo estrictamente necesario por su nulo o mal mantenimiento.
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