En el día a día del taller términos como facturación, rentabilidad, productividad… siguen siendo las grandes preocupaciones de sus responsables. En este sentido, cabe recordar cómo Conepa, federación de asociaciones de empresarios de automoción, ponía recientemente el foco en la continua pérdida de rentabilidad de los negocios de reparación. Una pérdida de rentabilidad que se manifestaba en los datos que publicaba la entidad sobre la actividad de los talleres en el primer semestre de 2018, con un aumento de la actividad por debajo de los ingresos.
Precisamente, respecto a la facturación de los talleres merece la pena reseñar que, en los ocho primeros meses del año —último dato disponible— la de los negocios de mantenimiento y reparación de vehículos crecía un 4,7%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un dato que es ligeramente peor si comparamos la evolución de los ingresos del taller con un año antes. De este modo, según el INE, la facturación de los establecimientos de reparación ascendía en agosto un 4%, respecto al mismo mes de 2017.
¿Y cómo se comportaron los precios?
Todos estos datos tienen una segunda derivada en la factura del taller, que se ha encarecido un 1,2% hasta septiembre, según los datos del IPC, también del INE. Un incremento que se eleva hasta el 1,6%, frente a septiembre del año pasado.
Para contextualizar estos datos, conviene destacar que, en esos mismos nueve primeros meses de 2018, el IPC general crecía el 0,8%, mientras que subía un 2,3% en términos interanuales. Si bien estas cifras pueden no decirnos mucho, sí lo puede hacer si los contrastamos con otros precios más ‘conocidos’ al taller.
Así, los lubricantes se encarecieron un 1,2% de enero a septiembre (+1% respecto a septiembre del año pasado), mientras que los precios de los neumáticos caían un 0,1% hasta septiembre (un -0,7% en el dato interanual) y los de los recambios subía un 0,4% (+0,7% frente a septiembre de 2017).
¿Y qué pasa con la rentabilidad?
Estas cifras pueden hacer pensar al taller que la facturación del ejercicio 2018 acabará en positivo lo que, en principio, debería redundar en una mayor rentabilidad para los negocios de reparación de vehículos.
Sin embargo, esto no será así si otras variables como la eficiencia o la productividad han ido de la mano. Y es que los negocios de reparación, como ha hemos contado en El club del Taller, no pueden perder de vista todas estas variables si realmente quieren ser rentables.
De esta forma, conviene recordar los factores que ayudan a incrementar la rentabilidad del taller de reparación: gestión óptima de las compras, reducción de costes, analizar la rentabilidad por servicio ofrecido… A todo ello nos ayudará contar con las mejores herramientas.
No en vano, la tecnología impulsa la eficiencia de los procesos internos y, con ello, la productividad en el taller. Esto permite destinar tiempo a la realización de tareas que realmente aporten valor, además de a la operativa diaria, como son la planificación más efectiva de objetivos estratégicos, a la formación, el networking…