La higienización o desinfección de los coches ha adquirido una gran importancia en estos tiempos debido a la pandemia del coronavirus. A las dudas surgidas sobre la aplicación de la denominada ‘tasa Covid’, los talleres suelen mostrar también su preocupación por el mejor método a utilizar.
Y es que, a parte de ser una obligación inherente al ejercicio de la actividad de todos los negocios con contacto directo con el público, no deja de ser al mismo tiempo un aspecto diferenciador el método utilizado (y su efectividad) para el negocio de reparación. Todo ello, por no hablar de los costes generados así com el tiempo empleado en el taller…
Métodos de higienización
En este sentido, no todas las higienizaciones son iguales. En la actualidad, se están empleando varios métodos, principalmente tres, para higienizar vehículos: limpieza de superficies con un biocida, tratamiento con ozono y nebulización con biocida.
Limpieza manual de superficies
La limpieza manual de superficies con un biocida es eficaz para desinfectar los puntos normales de contacto. Es un método sencillo y económico, pero no asegura una desinfección completa del interior de un coche, porque hay muchas zonas que no se desinfectan.
Asimismo, es un proceso laborioso que obliga al taller a dedicar un tiempo (precioso) a esta labor lo que puede influir en la productividad del negocio.
Higienización y desinfección con ozono
Por otro lado, los tratamientos con ozono sí llegan a todos los rincones del interior. Pero el ozono no está probado ni regulado para su uso en el aire y en superficies. De hecho, no aparece en la lista oficial de viricidas acreditados y reconocidos por el Ministerio de Sanidad, que recomienda no usar biocidas que no hayan sido expresamente acreditados y registrados.
Y es que, a raíz de las numerosas consultas realizadas sobre la validez y recomendación del empleo de los generadores de ozono, Sanidad publicó el 27 de abril la “Nota sobre el uso de productos biocidas para la desinfección del Covid-19”, en la que se expone que “hay sustancias biocidas que se encuentran en evaluación en la Unión Europea permitiéndose, a la espera de finalizar este proceso, la comercialización de los productos que las contienen, siempre que se respeten las medidas de seguridad correspondientes”.
En este grupo, continua la nota, “se encuentran algunos cuya generación se realiza in situ mediante maquinaria, como es el ozono. Este hecho impide, además, que tengan un etiquetado que avise de su peligrosidad y usos, a diferencia del resto de biocidas”, advirtiendo que la comercialización debe haberse notificado al Ministerio de Sanidad, y alerta sobre la importancia de seguir las recomendaciones del fabricante.
Además, Sanidad advierte de que el ozono, al igual que otros biocidas no se puede aplicar en presencia de personas; los aplicadores deben contar con los equipos de protección adecuados; al ser una sustancia química peligrosa, puede producir efectos adversos; y, además, en el inventario de clasificación de la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas) se califica como sustancia peligrosa por vía respiratoria, irritación de piel y daño ocular.
De igual forma, se recuerda que tras su uso se deberá ventilar adecuadamente el lugar desinfectado y se advierte de que “puede reaccionar con sustancias inflamables y puede producir reacciones químicas peligrosas al contacto con otros productos químicos”.
Higienización por fumigación, pulverización o nebulización de un biocida
La tercera vía es la fumigación, pulverización o la nebulización ambiental (desinfección aérea), que consiste en una limpieza con microgotas de desinfectante antipatógenos suspendidas en el aire. Con estos sistemas, la sustancia desinfectante puede acceder a zonas a las que a los otros métodos les cuesta más llegar.
Mientras la fumigación sería un proceso más manual, la nebulización requiere, en primer lugar, la instalación de un ‘arco desinfectante’ para el exterior y para interiores (frente a la pulverización) no moja las superficies y su ejecución es rápida con una máquina nebulizadora. Eso sí, al igual que el ozono, es necesaria la ventilación del vehículo antes de volverlo a utilizar.
Por su parte, la pulverización sólo puede aplicarse en superficies de contacto (en el exterior del vehículo, es fácil y rápido de aplicar). Sin embargo, para algunas superficies interiores, debido a sus componentes, puede presentarse el inconveniente de mojar en exceso y hasta incluso estropear las superficies. En este sentido, sí es efectivo para furgonetas de carga en las cuales se puede pulverizar sin ningún miedo.