La tecnología convive día a día con nosotros. Cogemos un taxi con una app, pedimos comida a domicilio a través de una web en la que pagamos con tarjeta. Asimismo, utilizamos la tecnología contactless hasta para comprar el pan. Esto es el presente de los pagos, pero ¿y el futuro?
A pesar del crecimiento del comercio electrónico, la mayoría de transacciones comerciales siguen produciéndose en establecimientos físicos. Pero esto no quiere decir que la digitalización y la tecnología no hayan afectado a estas operaciones. En el futuro, el pago móvil aparece como alternativa a tarjetas y dinero en efectivo. ¿Cómo puede prepararse un negocio ante esta nueva tendencia?
En 2018, se registraron casi 4.000 millones de compras en terminales de punto de venta o TPV en nuestro país, según el Banco de España. En total, sumaron cerca de 150.000 millones de euros en operaciones. De hecho, ya desde 2017, se producen más pagos digitales que en efectivo. En este escenario, las nuevas realidades de pago se abren camino con fuerza.
Según el ‘Barómetro de Pagos Digitales’ elaborado por Inmark Europa para Mastercard, el 31,5% de los usuarios españoles utiliza sus smartphones para pagar de forma habitual en tiendas físicas. Esta cifra supone un 20% de crecimiento en los últimos dos años. Además, el pago móvil ha dejado de ser un desconocido. Casi tres cuartas partes de la población conoce algún sistema de pago móvil.
El aumento de la popularidad de los terminales móviles para comprar se deja ver también en el e-commerce. Aunque el dispositivo principal para hacer compras online sigue siendo el ordenador, uno de cada cuatro compradores digitales utiliza sus smartphones habitualmente.
La predilección de los españoles por las tecnologías de pago se desprende también de otros datos. Por ejemplo, el 65% de los encuestados utiliza tarjetas contactless de forma habitual. Y no lo hacen más a menudo porque este método de pago no siempre está disponible en las tiendas físicas. Además, cada vez más usuarios utilizan métodos de autentificación más allá del PIN, como el reconocimiento facial o la huella dactilar.
¿Listo para los pagos sin efectivo?
Los bancos (tradicionales y digitales) y los gigantes tecnológicos (como Apple, Google o Samsung) están apostando por el pago móvil. Es cierto que entran demasiados factores en juego como para asegurarlo, pero el futuro del dinero en efectivo no parece muy prometedor. De hecho, en algunos países como Suecia o Dinamarca, el debate sobre si permitir que ciertos negocios (como supermercados o gasolineras) rechacen los pagos en efectivo lleva ya unos años sobre la mesa.
Ante esta perspectiva, y teniendo en cuenta las tendencias entre los usuarios, la pregunta no es si aceptar pago móvil o no, sino por dónde empezar. En la actualidad existen diferentes sistemas, ya que todavía se trata de un mercado muy fragmentado. Apple Pay (aliado con multitud de entidades bancarias), Google Pay (un recién llegado en crecimiento) y Samsung Pay (también bastante consolidado) pujan por hacerse con el liderazgo del mercado. Además, varios bancos tienen también sus propias apps, que funcionan sin problema con un TPV contactless.
Consejos para comenzar
El sector retail y el pequeño comercio, como el de los talleres, vivirán en primera persona el despegue del pago móvil en los próximos años. Así que, ¿por dónde empezar? En primer lugar, es importante determinar las necesidades de nuestros clientes. Aunque es cierto que cada vez más personas utilizan sistemas de pago digitales ¿es necesario que invirtamos en ello?
Una vez decididos a dar el paso, los expertos recomiendan investigar las opciones disponibles y hacer una lista de las funciones y servicios que son necesarios en nuestro negocio. Existen desde opciones básicas que permiten solo los pagos hasta sistemas más avanzados que se integran con el inventario o cuentan con programas de fidelización.
Por otro lado, una de las ventajas de los sistemas de pago móvil para los negocios es su coste. Son más económicos que un TPV, aunque los costes se deben poner en la balanza con los beneficios que aporta cada uno.
¿Y son seguros? Los sistemas de pago móvil disponibles en España funcionan bajo los estándares de seguridad desarrollados para las tarjetas (conocidos como PCI DSS). De acuerdo con la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), la seguridad de las transacciones con sistemas de pago móvil no se verá comprometida, siempre y cuando mantengamos una serie de buenas prácticas. Utilizar solo aplicaciones oficiales, mantenerlas actualizadas o usar contraseñas robustas son algunos de los consejos.