La reducción de la demanda unida a la presión en costes está colocando a la inmensa mayoría de los talleres españoles de chapa y pintura en una situación financiera muy delicada. Según los datos aportados por el espacio de networking “Posventa Plural” con origen en sus debates internos, la rentabilidad media de los talleres carroceros, generalmente de pequeña o mediana dimensión está por debajo del 5% del retorno sobre inversión que se considera imprescindible para garantizar su viabilidad a largo plazo.
Los talleres de chapa y pintura españoles necesitan ser más eficientes, necesitan conseguir hacer más con menos. Es la principal conclusión de la iniciativa de debate “Posventa Plural” en sus análisis internos sobre el mercado de la carrocería. Y para eso es imprescindible gestionar de forma adecuada los recursos disponibles, para conseguir la máxima productividad con el menor consumo posible de recursos. A tal fin, señalan fuentes del citado espacio de networking, puede contribuir de forma decisiva la optimización de todos los procesos que intervienen en la reparación de chapa y pintura mediante el uso de avanzadas aplicaciones de gestión. De hecho, cada vez más, el debate no está tanto en cuáles son las prestaciones que debe tener un software de gestión, sino en la cantidad de procesos de la reparación que es capaz de gestionar: diagnóstico y valoración de daños, realización de presupuestos, compra de recambios y materiales on line, reducción del tiempo de ciclo –días y horas- que el vehículo pasa en el taller, etc…
Son muchos los factores que explican la merma de la rentabilidad de los talleres de carrocería: reducción de los volúmenes de reparación, incremento de la complejidad técnica de los arreglos, aumento de los siniestros totales y la tensión de dos fuerzas difícilmente conciliables, la de la presión para bajar precios y la de la exigencia por parte de los clientes de una mejora en los niveles de servicio.
En el caso de España, además, se da la circunstancia de que la rentabilidad media se encuentra, para la mayoría de los talleres, por debajo del umbral que garantiza su viabilidad a largo plazo. Es de menos del 1% para los talleres pequeños, se sitúa entre el 1% y el 3% en el caso de los medianos, y entre el 4% y el 10% en los de mayores dimensiones.