Los estragos de la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus son más que evidentes en la mayoría de sectores económicos, también en los talleres de reparación de vehículos. Los números hasta el tercer trimestre no eran los mejores y, aunque se vislumbraba cierta tendencia a la mejoría, el cierre del año trajo de nuevo los números rojos al sector.
Y es que la facturación de los talleres españoles de reparación y mantenimiento de vehículos durante 2020 alcanzó los 10.120 millones de euros, una cifra un 20% menor que la conseguida durante el ejercicio anterior, según estimaciones de Conepa, Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción.
La diferencia frente a los ejercicios precedentes
Teniendo en cuenta estos datos, se trata, con diferencia, de la peor cifra de negocio de los últimos años para los talleres españoles en su conjunto, que habían encadenado sucesivas subidas de sus ingresos desde 2014, último año en el que el sector de la reparación tocó fondo tras la crisis de 2008.
Así, esa cifra de apenas 10.000 millones no se había dado ni en los peores años de la anterior crisis, pues en 2011, la facturación conjunta rondó los 13.300 y eso que veníamos de continuas caídas (la actividad global del sector había bajado algo más del 18% desde 2008). A partir de ahí, siempre según los datos de Conepa, las caídas siguieron encadenándose tres ejercios más: 2012, un -8,6% (unos 12.100 millones); 2013, un -7% (unos 11.250 millones); y 2014 un -1,8% (alrededor de 11.050 millones).
Desde entonces, los talleres regresaron a la senda positiva: 2015, +3,7% (11.450 millones); 2016, +3% (11.800 millones); 2017, +2,7% (12.100 millones); 2018, +2,3% (12.380 millones); y 2019, año en el que la facturación alcanzó un +2,2% frente al ejercicio anterior, situándose la cifra global de negocio en los 12.650 millones de euros. Un buen dato, si bien lejos de los registrados una década atrás.
¿Y cómo fue 2020 para los talleres?
El año comenzó, según Conepa, con “cierta alegría” y un crecimiento acumulado superior al 2% en referencia a la comparativa de los dos primeros meses 2019/2020. Pero, entre el 15 de marzo, fecha de inicio del Estado de Alarma, y el 30 de abril, dejaron de acudir al taller el 90% de los turismos y motocicletas que lo hubieran hecho en condiciones normales, por lo que la actividad de los centros sólo fue del 10%. Por su parte, las visitas de vehículos comerciales e industriales a los centros de servicios del automóvil cayeron un 60%.
Los meses de mayo y junio fueron de lenta pero continua recuperación, que se aceleró a partir del final del Estado de Alarma, y se confirmó en julio, el mejor mes del año para el sector. A pesar de todo, las ventas de los talleres durante el verano 2020 fueron un 5% inferiores a las conseguidas en el período estival de 2019.
Durante el último cuatrimestre, la evolución de los talleres estuvo marcada por la irregularidad. Septiembre registró actividad no lejana a la del mismo mes del ejercicio anterior, mientras que octubre quedó lejos de las moderadas previsiones del sector, que confiaba en que el décimo mes del año ayudaría a amortiguar el impacto anual dejándolo en su conjunto por debajo del 20% de caída acumulada, un objetivo no logrado. Noviembre y diciembre resultaron meses muy tranquilos, en línea con su comportamiento tradicional.
Carrocería y electromecánica
Según el trabajo de evolución del sector durante el año de Conepa, realizado por sus entidades miembro y cuyos resultados han sido cotejados con los de diferentes colectivos vinculados a la posventa, no se aprecian grandes diferencias entre las diversas especialidades del taller: carrocería y electromecánica presentan comportamientos bastante parecidos y lastrados en ambos casos claramente por las limitaciones a la movilidad durante todo el año, el descenso en el kilometraje y la falta de confianza de los consumidores sobre la estabilidad de sus ingresos.
El número de operaciones realizadas por los talleres, otro de los factores contemplados por Conepa en su estudio, experimentó un retroceso del%, lo que indica que la factura media por intervención cayó sensiblemente.
Por lo que respecta al empleo, por vez primera en los últimos años se produce un descenso significativo del mismo, en torno al 3,5%. En números absolutos eso representa que los talleres han dejado de emplear a unas 5.500 personas durante 2020.
Al finalizar el año, unos 146.500 profesionales trabajaban en empresas dedicadas a la reparación y venta de automóviles. La cantidad, según Conepa, “sería mucho menor si el sector no hubiera contado con el paraguas de los ERTE, considerados como su principal tabla de salvación durante la pandemia”.
En cuanto al futuro, la federación destaca el estado de incertidumbre. “Un ejemplo claro de ello: este trabajo de análisis del año entre los talleres se realizó en dos etapas: durante los 15 últimos días de diciembre, las previsiones sobre 2020 fueron claramente optimistas; las recogidas en los primeros 15 días de enero presentan un panorama muy diferente, producto de los nuevos anuncios de restricciones a la movilidad y de los daños ocasionados por el temporal de nieve y frío“.